viernes, 31 agosto 2018. Vamos en coche por calle María. Al final de la calle hay una cuesta de tierra y temo que las piedras que sobresalen puedan dañar los bajos del coche. Llegamos a un hotel y nos colamos porque queremos subir a la azotea para ver los fuegos artificiales. Entramos en una habitación enorme con rampas. Trepo por las cortinas, pero no hay azotea. Intentamos escapar antes de que nos pillen. Una vez fuera me doy cuenta de que me he dejado el bolso en el cuarto de baño. Entro con seguridad y le digo a la chica que limpia que he olvidado el bolso en "mi" habitación. Para demostrarle que es verdad saco un espejo de niña y un carnet que parece de juguete.