jueves, 20 septiembre 2018. Voy en coche con un tipo muy tosco que, antes de bajar me pregunta: ¿Te gusto? No me gusta nada de nada, pero no se lo digo. No sé quién es, pero me da mucha pena. Entramos en el restaurante. Farolillos aquí y allá. Decoración supuestamente romántica con guirnaldas imitando parras y florecillas. Todo esto es de plastiqué y, aún así, no van a dejar que cenemos. Efectivamente, el maître nos mira y tuerce la cabeza. Nos dice que no tiene mesas libres (todas están vacías). Salimos dócilmente. Antes de entrar en el coche el tipo tosco vuelve a preguntar: ¿Te gusto? Es de noche, miro a mi al rededor buscando "algo". ¿Te has fijado en que llevas el coche abollado?, le digo por toda respuesta.