lunes, 27 enero 2020. Camino por una calle llena de gente, temo perderme. La calle se convierte en un centro comercial. Un chico que va delante de mí, se vuelve, me coge de la mano. Nunca me había fijado en tus manos, son muy pequeñas, le digo. Te he comprado un regalo, dice. Llegamos a una escalera mecánica que se convierte en una estantería de libros. Tenemos que ir bajando estante a estante. Me dejo caer. En los estantes de abajo hay ordenadores y temo aplastarlos. Por fin llegamos al suelo, que es una playa. Voy a por un Manhattan, te espero en la orilla, dice el chico y desaparece entre la gente. Me cuesta caminar por la playa porque hay montones de arena. De repente es de día, el chico camina de la mano de su novia por la calle. Yo voy detrás. Se supone que ha pasado mucho tiempo desde la noche de la playa. El chico se vuelve y sonríe. Los veo caminar, me pregunto si se acordará de aquella noche.