lunes, 28 octubre 2024. Estoy en un supermercado. A lo lejos veo a Alberto. Lleva una bolsa enorme de otro supermercado. Le hago señas para que se acerque. Un tipo muy alto y delgado (se parece a Charly, el amigo de Caína) me saluda familiarmente. No sé quién es. Cuando llega Alberto le digo: ¡Mira a quién me he encontrado!, y hago un gesto de "no recuerdo su nombre". El tipo dice que tomamos algo y nos pongamos al día. Nos sentamos en la terraza de un bar que parece cerrado. En la mesa de al lado hay dos chicas extranjeras. Nos dicen que vayamos con ellas a la bahía (no sé si se refieren al mar o un bar con ese nombre), porque se celebra una fiesta de disfraces. Pienso que quieren ligar con Alberto y "Charly". Pienso que Alberto dirá que prefiere irse a casa, pero dice muy animado que sí, que vamos. Cundo llegamos Bahía es una estación de autobuses. Hay una multitud expectante, entre ellas Ferran y Cumpián. ¿A quién esperan?, pregunto a una madre con un bebé en los brazos. ¡A Padura! Ah, estuvo el otro día en el Museo, le digo. De repente la multitud queda decepcionada con mi comentario y se van a sus casas. Ferran dice que tiene un libro para mí. Le digo que pronto tendré uno para él. Cumpián me pregunta por mis padres. Le digo que sigo cuidándolos, que ya tienen 97 y 93, que es muy cansado. Mi madre con 99 vivía sola, dice Cumpián. De repente estoy en el aseo de casa y "Charly" me lava el pelo. Sale mucho barro. Cuando me froto noto granos de tierra. o vamos a llegar a la fiesta de disfraces, le digo. Lo tengo preparado, me dice. Me seco el pelo, lo tengo corto y de punta (parezco Pumuki). De repente estamos en un edificio parecido al Hotel Miramar. Veo llegar a los amigos, entre ellos Elías disfrazado de policía. También están las dos extranjeras. Tienes que darte prisa, dice Elías. "Charly", un tipo que va en patinete y yo buscamos una habitación en el hotel para cambiarme, pero todas están cerradas. Llegamos a una zona de oficinas con cristaleras que dan a un jardín. Salimos y comienzo a quitarme la ropa para ponerme el disfraz. Al otro lado hay un edificio de oficinas. Todos los empleados (hombres) se han sentado para ver cómo me desnudo. Les hago una reverencia, aplauden, nos vamos. No he podido cambiarme. "Charly" me enseña un mapa, dice que no vaya a la fiesta, que me vaya con él. Tengo un mapa y una ruta, dice señalando una línea dibujada con boli.