jueves, 26 noviembre 2009. Cuando voy a llevarle el desayuno a mi suegra veo que no está en la cama, la busco por toda la casa. Aparece y desaparece a ráfagas, como si fuera una niña que corre o un fantasma. Tropezamos de frente en el comedor. Dice unas palabras y cae al suelo a cámara lenta. Llamo a Alberto para que me ayude a levantarla, pero cuando él llega el cuerpo de su madre ya no está en el suelo. Rebusco entre las sábanas. Por la ventana suben voces y aplausos, me asomo. En la calle hay un campo de fútbol y están entregando un trofeo a la Selección Española. Daniel Verge me toca el hombro y dice que se va a una conferencia, y que ponga la tele porque seguro que lo enfocan. Pero en la tele sólo aparecen los futbolistas y la gente en la calle gritando.