jueves, 22 septiembre 2011. El vecino ha hecho obras en su casa, ha tirado paredes y ha convertido su piso en un palacio indio con alfombras enormes y lámparas doradas. Mientras me lo cuenta, veo uno de mis vestidos hecho trapos en el suelo de su terraza. Me explica que los albañiles lo usaron para limpiar el barro. No entiendo que tenga tanta cara dura. Después dice muerto de la risa que su mujer se emborracha cada noche para poder pensar qué preparará de comer al día siguiente. No entiendo nada.