lunes, 26 marzo 2012. El sueño sucede como una programa de "Días de cine". Imágenes inquietantes de una película con adolescentes rubios muy altos y muy delgados. Una voz en off va contando que el director también es el autor de los libros y que, aunque su segunda película no tenía ningún sentido, en esta última demuestra lo buen escritor que es. Yo a veces veo las imágenes como en la pantalla de un cine, otras desde un punto de pista subjetivo y otras estoy en las escenas. En una de ellas, un chico de pelo muy negro con gafas amenaza desde detrás de la reja de la ventana a una de las chicas rubias, pelea por que lo dejen entrar, la advierte de un peligro, pero todos piensan que miente. Le pregunto a la chica si en algún momento han pensado que él pueda tener razón. En la siguiente imagen el chico tiene los ojos vendados y juegan a la gallinita ciega. La cámara enfoca desde arriba una farola blanca de doscientos metros. Se ve al chico trepar por ella y a los demás, como hormigas, a su alrededor, en silencio observando cómo sube. Nadie le dice que arriba no hay nadie, nadie le advierte del peligro. Cuando está arriba del todo, algunas chicas se han desmayado y cuando baja, tropieza con uno de los cuerpos, lo agarra y dice muy contento: Te encontré.