tijuana

martes, 27 marzo 2012. Bajo de un bus. No sé en qué pueblo estoy. Las calles están sin asfaltar, hay charcos y un parque infantil con dos columpios rotos. A lo lejos, sobre un monte, se ve una enorme noria iluminada. Un padre y un hijo también han bajado del bus. Me acerco, les digo si puedo ir con ellos. El padre del niño me presta su PSP. Le digo que no sé jugar, que nunca he jugado. Se lo cuenta al niño sorprendido. Otro tipo que venía en el bus se acerca a nosotros, dice que Tijuana no queda muy lejos. ¿Pero estamos en México?, pregunto. ¿Dónde pensabas que estabas? De repente me doy cuenta de que el niño ha olvidado sus libros en el parque infantil.