viernes, 27 diciembre 2014. Mi madre se ha mudado y me enseña la casa nueva. Todo está manga por hombro y la distribución de las habitaciones es de locos. Para subir al dormitorio de mi hermana hay que trepar por una escala de cuerda. Está decorada con motivos árabes en tonos rosa. Horrible, no hay sitio para nada. Lo mejor es la cocina, dice mi madre. Por las mañanas el suelo parce el cielo y por las noches una piscina, dice. Tiene forma de triángulo y suelo cubierto de baldosas de cristal translúcido que da miedo pisar. Parece una pista de hielo. Lo mejor es la basura, dice. Una pared con más de cincuenta buzones verticales empotrados en la pared.