miércoles, 18 junio 2014. Alberto dice que sale un momento. En ese instante se agolpan a la puerta de casa un montón de vecinos que empujan la puerta. Gritan que quieren ver el mundial. Intento contenerlos, pero sola no puedo y la puerta se ha convertido en una de esas hojas abatibles de las cantinas del oeste. Consiguen entrar, revuelven la casa, incluso veo cómo se meten cosas en los bolsillos. Enciendo la tele y al fin se tranquilizan: miran extasiados un partido de fútbol.