domingo, 15 junio 2014. Hay visita en casa de mis padres. Para zafarme, salgo a a terraza a recoger ropa tendida (la terraza no es la de su casa sino la de la mía). Mi padre supervisa mis movimientos. Date prisa, ha que tender otra lavadora, dice. Ahora voy. No, ya, si la ropa pierde calor habrá que lavarla otra vez, insiste. En la cocina hay una lavadora antigua, de turbina. Imposible sacar la ropa, está ardiendo. Alguien tiene la radio puesta, una sevillana sube por el patio de luces. La letra de la sevillana está dedicada a Inma Luna y Ana Pérez Cañamares. Quiero llamarlas enseguida para que pongan la radio, pero mi padre, desde la puerta, me advierte: Si la ropa pierde el calor habrá que lavarla otra vez.