lunes, 9 junio 2014. Estoy en la casa de mis padres y todo está a oscuras. Llaman a la puerta, por la mirilla no se ve nada, pero reconozco la voz de "Sr. Chinarro". Cuando está a punto de meterse en el ascensor para irse, abro. Llevas una batamanta, dice. Ojalá, es una bata puesta del revés, le digo. Dice que estaba haciendo tiempo y ha decidido subir a verme, se sienta y pone la tele. Después paso a por ti, dice de repente y se va. No sé cómo he llegado al patio de la casa de mi abuela. Una de las chicas de "Paulina en la playa" explica que se ha montado un grupo por su cuenta. Canta una canción sobre Boris Vian. La letra dice que Vian nació la noche de San Juan. Pienso que lo confunde con Sábato, pero no digo nada. Se forma un corro de gente. Al verme en un espejo que hay en la pared, veo que me estoy comiendo una pera enorme con forma de zapatilla de deporte blanca con pequeños logos de colores. Le busco la etiqueta por si fuera una pera "Beltrán" para llamar a Carmen y contárselo. Recuerdo que "Sr. Chinarro" iba a venir a buscarme. Intento enviarle un sms diciéndole que no estoy en casa, pero en la pantalla del móvil a parece el dibujo de una mesa de juego y, cada vez que pulso una tecla, el móvil emite sonido de monedas, campanas estridentes y una voz mecánica grita: "¡Pop casino! ¡A vuelto a perder!