jueves, 30 mayo 2019. Hablo con Pablo por teléfono (no recuerdo de qué, pero su voz me calmaba). Antes de que pueda darle las gracias y despedirme, la llamada se corta. Entro en la cocina de la casa de mis padres. No hay luz, todo está manga por hombro. Aun así decido hacer un bizcocho. Entra mi madre, casca un hueco sobre la encimera. En vez de yema aparece una goma Milán verde muy usada.