miércoles, 29 mayo 2019. Al entrar en el ascensor de casa me encuentro a un personaje diminuto color carne que parece muy asustado. Tiene el tamaño de una cerilla. Me echa los brazos, lo pongo sobre mi hombro como si fuera un bebé, pero puedo sostenerlo con un solo dedo. Llego a casa. Hay varios vecinos en la terraza. No sé qué hacen allí. El personaje se asusta y salta al suelo. Temo que lo pisen, lo busco entre los pies de los vecinos. Alguien fuma. La ceniza le cae encima. Lo tomo con dos dedos. Está negro. Parece una cerilla completamente quemada.