lunes, 21 septiembre 2020. Grupo de poetas, parece. Azotea. Tabla que hace de mesa. Por hablar de algo, les digo a tres de ellas que tienen mucho en común: las tres han perdido a sus padres y hermanos. Una se enfada muchísimo y desaparece escaleras abajo. Me subo al tejado (los tejados están mal colocados, como si fuesen rocas) para darle una voz y que vuelva. Alguien me dice que Biguri ha convencido a Masip de que venga a leer. Me alegro un montón, pero para mis adentros pienso que Masip no leerá.
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Mi madre dice que se ha dejado algo en la casa de la vecina. Empujo la puerta y entramos. En la habitación del fondo hay una mesa de costura. Ayudo a mi madre a limpiar de tiza una cinturilla de pantalón que ha cosido. Ha quedado estupenda, dice muy contenta. Llaman a la puerta, veo a mi padre a través de la mirilla. Dice que mi madre ha desaparecido. Mi madre me hace señas para que no le diga que está conmigo.