sábado, 3 abril, 2021. Antonio está tumbado boca abajo en el suelo. Me tubo a su lado sin preguntar. Me están buscando, dice. Me cuenta que un chico se ha enamorado de él, lo está acosando y ya no sabe qué hacer ni cómo decirle que a él no le van los tíos. Qué coincidencia, le digo, tu primo Salva acaba de contarme lo mismo, quizá os estén gastando una broma, si quieres vamos los tres y hablamos con él. Antonio dice que no piensa levantarse. Puedo ir yo sola, le digo. Me levanto. Por la ventana veo a Alberto en un jardín, subido a una escalera, podando unos naranjos. Se va a caer, pienso. La escalera empieza a abrirse. Va a hacer un Bambi, pienso y deseo: que lo haga muy despacio para que a Alberto no le pase nada. La escalera queda completamente abierta en el suelo. Alberto, como si fuera un saltimbanqui de circo, se pone en pie y me saluda.