domingo, 23 mayo 2021. Parece que volvemos de compras. Yo llevo una bolsa en cada mano. Alberto dice que todavía queda alguna compra más por hacer. Le digo que no puedo más, que lo espero en casa. Doy un pequeño salto y me elevo (quizá demasiado alto). Veo la ciudad desde arriba. Las bolsas me desestabilizan el vuelo. Se acercan unas nubes grises. No sé si seré capaz de sortearlas (falta de entrenamiento, pienso). Pienso si tirando las bolsas o parte de lo que contienen volaría mejor. Pienso que al solar lastre me levaría aún más y no es eso lo que quiero. No sé qué hacer. Pienso en Masip cuando dice que, si volara, volaría tan mal como vuelan los murciélagos.