viernes, 14 noviembre 2008. Estoy de espaldas a una voz. No sé bien lo que dice pero me reconforta, a pesar de ser una voz distorsionada. No te esfuerces, sé quién eres, eres Jota, le digo sin volverme. Vuélvete ahora, dice. Detrás de mí sólo hay unas cuerdas en el suelo. La voz, ahora sin distorsionar, me dice que mire hacia el cielo. Es de noche. ¿Ves esos fuegos artificiales?, los he traído para ti, dice.