miércoles, 20 julio 2011. Parece un teatro, pero es un descampado. Cuando se nubla, todos van a buscar refugio bajo una carpa. Son muchos, no sé quiénes son. Bajo la carpa hay sillas de madera plegables, pero la mayoría se sienta en el suelo. Alguien dice que el micrófono no funciona. Javier baja a comprobarlo. Al parecer la carpa está en alto. Cumpián agarra una silla y se sienta en el suelo. Hace gestos de domador de leones. Lleva un hábito rojo con capucha. La capucha tiene un borlón que llega al suelo. ¡No pienso leer!, ¡no pienso leer!, grita mientras se defiende agitando la silla sobre su cabeza encapuchada.