jueves, 1 marzo 2018. Parece una boda de postín. Hay militares con todas sus condecoraciones y reconozco a algunos políticos. Si uno se fija en los detallitos, descubre que los chaqués están algo raídos y las perlas de las señoras son falsas. Yo estoy en un rincón con una pareja a la que no conozco. Él dice que es crítico literario y me habla de un idioma que ha inventado para escribir sus críticas. Monito significa Guay y Doble significa Libro: cuando diga "Doble monito", nadie sabrá lo que estoy diciendo, dice y se ríe a carcajadas de su propia ocurrencia. En segundo plano varias señoras muy gordas pelean por unos chales de hilos plateados que están repartiendo entre los invitados. Al día siguiente aparece una foto de la boda en el periódico. Se ve a los novios brindando en el jardín rodeados de invitados. Ves, si hubieras venido saldrías en la foto justo aquí, le señalo a Oeste un hueco que hay entre los novios y Garriga Vela.
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Hemos quedado para comer con un grupo de amigos. Se supone que es la segunda noche que nos vemos. Todos hablan de lo bien que lo pasamos, de las cosas tan divertidas que conté. Yo no recuerdo haber estado en ningún sitio la noche anterior, pero al entrar en el restaurante, hasta los camareros me saludan como si me conocieran. Le digo a Alberto al oído que no recuerdo absolutamente nada, que si es una broma. Alberto dice que me enseñarán las fotos para que vea que es verdad. Me pasan un álbum pequeño con fotos, pero ni son de ninguna cena ni no salgo en ninguna.
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Estoy en casa de mi abuela. Se hace de noche de repente, comienza a llover. Mi hermana no ha vuelto. Salgo al jardín. Miro la calle arriba, abajo, nada. Sólo veo a unos individuos con mala pinta en un coche aparcado. Mantengo la puerta entornada. Veo llegar a una de mis tías, le digo que entre rápido. Llegan mis primas, las hago pasar, les digo que no enciendan las luces y no hagan ruido, que mi hermana no ha llegado y no sé dónde puede estar. Entreteneos con esto, le digo y les doy una bolsa llena de enchufes y cables para que lo ordenen. Salgo al jardín y me acerco a la cancela. Grito el nombre el mi hermana. Veo que dentro del coche se enciende una cerilla. Que fumen no es buena señal, pienso. me doy cuenta de que estoy descalza bajo la lluvia. Cuando estoy a punto de cerrar la puerta aparece mi hermana vestida de verano con una vaso tipo maceta enorme en la mano. Al verme, lo vacía en el suelo y se encoge de hombros.