martes, 20 marzo 2018. Lectura de poemas. Tengo delante varias libretas, pero unas están en blanco y otras con planos de ciudades. Juan está sentado detrás de mí, se supone que ya me ha presentado y me toca leer. Le pregunto si lleva alguno de mis libros. Gesto negativo. Está en una silla pequeña de anea, colorea dibujos. Explico al público que no tengo nada para leerles y no me sé mis poemas de memoria, que tal vez si nos damos prisa lleguemos a tiempo a las cuevas. El público corre hacia la salida. A la entrada de las cuevas (que no sé lo que son) hay una cola enorme. Algunas personas se acercan a felicitarme por la lectura. No entiendo nada. Javier se acerca a saludar con dos besos a un chico con camiseta naranja. Le pregunto si es Javier Gea. Es. Pues está igual que hace 30 años, le digo. De la parte trasera de la cueva sale un cochecito tipo golf. Reconozco a Sanmartín, que levanta la mano para saludarme. En dos segundo nos decimos un montón de cosas por gestos. Siento una alegría enorme.