sábado, 24 marzo 2018. Camino junto a una tapia muy blanca, hace mucho sol. De repente recuerdo que no he hecho los exámenes de fin de curso. Pienso que todavía me quedan unas horas para estudiar. Doy un pequeño salto, me elevo, y vuelo hasta casa. Llaman a la puerta. La profesora de Historia entra con un paquete enorme envuelto en papel de regalo. Pienso que debería ser al revés, que yo le hiciera un regalo para que me aprobara.