manos frías

lunes, 15 noviembre 2021. Salón de actos totalmente lleno. Todavía no se han encendido las luces. Salgo sin hacer ruido. Veo a Oeste sentado en el extremo de una de las filas. Al pasar a su lado me agacho a saludarlo. Me da la mano. La tiene helada. Se la cojo entre las mías. Al salir, me espera una sala que a ratos parece una catedral que han convertido en sala de exposiciones. Se supone que las fotos que hay expuestas son mías. Oeste se queja de que no les hayan dejado "filito blanco". Es verdad que resultan ahogadas. Le digo con un gesto que me da igual. En realidad quiero largarme de allí cuanto antes.