viernes, 1 abril 2022. Veo a Santiago Auserón a la salida de una conferencia que acaba de dar. Parece perdido, le pregunto si necesita ayuda. Quiero ir a Sevilla, dice y señala con la cabeza hacia la autovía. ¿Andando?, pues es una tiradita, le digo. Comenzamos a andar. Le digo que quizá haya una vía verde para no tener que ir por el arcén. Él dice que hay pies amarillos de niña que hacen camino. ¡Ahora!, digo cuando parece que no pasa ningún coche. Hay una pasarela metálica. Lo que más me gusta del mundo es correr, digo y corro como cuando tenía siete años. Llegamos a una casa donde hay una especie de comuna jipi. En la terraza hay fotos en una jardinera. Salgo en algunas. No sé cómo han llegado allí. Marcos se acerca. Le digo que me ha cambiado la cara, si debería hacerme algo en el pelo. Es una pregunta trampa, dice y se va.