espaguetis musicales

domingo, 19 octubre 2008. Casa deshabitada, la misma de otros sueños. Un grupo entra para celebrar una boda. Miro desde la acera cómo beben y bailan. De repente estoy dentro, pero ya no hay fiesta, alguien ha cerrado la puerta y las ventanas. La novia grita histérica hasta el punto de arrancarse el velo. El resto de invitados se echa a dormir en el suelo. Uno de ellos dice: Moriremos de hambre. Acto seguido también se duerme tranquilamente. Le pido a uno de ellos que me ayude a romper un cristal para salir. El cristal resulta ser de vinilo naranja y sale de una pieza, Salgo a la calle entre los barrotes. El chico me dice que él se queda. Corro hasta llegar al cauce de un río seco. Me doy cuenta de que llevo la mochila verde que mi madre me compró en 6º EGB. Saco de la mochila unas ramas secas para hacer fuego cuando llegue la noche y me siento a esperar.
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Hemos quedado para cenar con Isa y Javier. Mientras nos traen la cena, les digo que voy a enseñarles mi último invento. Saco del bolso un paquete de espaguetis y, sin abrirlo, los manoseo. De los espaguetis sale una música deliciosa. ¡Es Haendel!, dice Javier entusiasmado.