lunes, 18 octubre 2010. Trato de explicarle algo a mi hermana, pero cada vez que empiezo a hablar, ella lanza un grito. Le digo a mi madre que me voy, que la doy por imposible, abro la puerta de la cocina y da a una playa. Si hablar con tu hermana te parece imposible ya verás lo que es bañarte en la playa sin pagar, dice mi madre. Efectivamente, en la orilla hay un tipo que cobra por cada cubo de agua que quieres echarte por encima.