lunes, 27 enero 2014. Voy con un pelotón de ciclistas. Subimos hacia la casa de mi abuela, pero al llegar es una especie de rancho con rejas y celadores. Uno de los celadores es Juan. Parece no reconocerme, así que intento escapar por mi cuenta. Desatornillo unas chapas que hay en la pared e intento salir por una especie de gatera. Cuando estoy a punto de escapar, pienso que quizá le echen la culpa a Juan de haberme dejado ir. atornillo la chapa y vuelvo a mi barracón.