jueves, 25 mayo 2017. Unas cuantas personas salen de la casa de mis padres a toda velocidad, yo entre ellas. Entramos a trompicones en el ascensor. ¡No más de cinco personas!, grita alguien. ¡Rápido!, grita otro. Alguien pulsa el cero. El ascensor no responde ¡Sólo cinco personas!, se vuelve a oír. Todos tenemos prisa, todos tenemos miedo como si huyéramos de algo. No sé de qué.