concierto

viernes, 17 mayo 2024. Estoy en la Alameda. Han cortado el tráfico y puesto un escenario. Me parece exagerado porque solo canta un tipo más bien pequeño y sin orquesta. Estoy con un grupo de amigos (entre ellos, la familia Chivite, Salvatore, Francis, Javi y Héctor), pero no hablamos entre nosotros, como si no nos conociéramos o no me vieran. Poco a poco se van marchando. El cantante se ha acercado varias veces a mí para preguntarme, entre canción y canción, cómo es que me sé todas las letras. ¿Porque soy muy fan?, le digo sin convicción. A ver si te sabes esta, dice enseñándome un maletín. Si habla de dinero y marcharse sin despedirse me la sé, respondo. El cantante mira a su alrededor y pide (para mí) una ovación. Miro hacia atrás y veo que mis amigos se han marchado. Solo queda Héctor a mi lado con gesto de atarse los zapatos, pero actúa como si yo no existiera. Me fijo en que los zapatos de Héctor son verde turquesa, parecidos a los pies de gato de los escaladores, sin cordones. Tampoco lleva calcetines. Miro a mi alrededor, me siento muy sola.