miércoles, 1 mayo 2024. Estoy en casa de mi bisabuela (pero es un bar). Veo a unos niños en la calle y salgo a hablar con ellos. Todos salen corriendo menos uno. Me siento en el suelo a hablar con él. Le pregunto cómo es que van solos por la calle. Dice que no quiere volver a su casa, que su madre lo maltrata. Me enseña unos wasap donde tampoco leo nada extraño, solo le dice que vuelva. El niño se va haciendo cada vez más pequeño hasta convertirse en un muñeco de plástico de unos siete centímetros. Cabe en la palma de mi mano. Lo envuelvo en un pañuelo para no hacerle daño. Los amigos del bar me dicen que lo deje en cualquier sitio y nos vayamos a casa, que es muy tarde. Veo un coche de policía, pienso que quizá ellos puedan llevarme a casa del niño para devolverlo a su madre, pero no sé la dirección.