miércoles, 12 febrero 2014. Entramos en una biblioteca, aunque en vez de libros hay cojines por el suelo y gente que lee revistas. Alberto se acerca al mostrador, el chico niega con la cabeza a todo lo que Alberto le pregunta. A ti no te gustan los libros, ¿verdad?, dice Alberto. Toda la sala se ríe. Dos chicas se acercan a nosotros para felicitarnos como si aquello fuera el mejor chiste de la historia. La chicas son noruegas (se parecen a las de la película que vimos anoche), me extraña entenderlas. Les cuento que estudié francés hasta los quince años y después pusieron inglés en el colegio. Todo lo que decimos les hace mucha gracia.