lluvia

sábado, 22 julio 2017. Espero a Alberto a las puertas de un hotel. Hay un chico parado en mitad de la calle. Comienza a llover. El chico sigue inmóvil. Decido no moverme. La lluvia nos va empapando. El chico se sienta en una especie de sofá sin armazón que no sé de dónde ha salido. ¿Y Jaime?, me pregunta, me dijiste que me parecía a él. No os parecéis en nada, ya te mandaré una foto. Me despido. Alberto y una señora a la que no conozco están en la habitación haciendo la maleta. Veo que la señora ha metido el pijama de Alberto en su bolso. Después de una conversación absurda, resulta que Alberto tenía en la suya el pijama del marido de la señora.