concierto

lunes, 3 agosto 2009. He quedado con los amigos en un bar antes de ir a un concierto de El niño gusano. En vez de ir andando voy flotando a unos 50 metros del suelo, ayudada de un palo muy largo que me sirve de bastón. Desde allí arriba oigo conversaciones, una chica le cuenta a otra que tienen más de cien sillas de ruedas listas para distribuir entre quienes las necesiten. Veo a Héctor Márquez e intento guiarlo desde mi altura señalándole el camino más corto con el palo. Después de sortear a varias personas en silla de ruedas llego a un restaurante que no conozco, entro trepando por la reja de una ventana. Le pregunto a una chica si mis amigos han llegado. La chica me habla de su nariz y de si debe operársela. Me gustan las narices grandes, le digo. Al salir veo a Alberto, viene del fútbol, todavía lleva la bufanda del Málaga puesta. Dice que Luciano me ha dejado varios mensajes, me están esperando en el bar. Ni sé usar el móvil ni sé dónde está el bar, le digo. En la puerta del bar hay tres americanos grandes y rubios, uno está borracho tirado en los escalones. Go home!, les digo. Antes de que intenten pedirme explicaciones hemos llegado a las puertas del colegio de los maristas, el concierto es allí. Hay carteles por todas partes. Como Sergio Algora, el cantante del grupo, murió, lo han reemplazado por el poeta Sergio Franco. Me pregunto si Daniel llegará a tiempo.