sábado, 13 febrero 2010. Enrique Kb es un niño y es mi vecino. Su padre tiene un taxi tapizado en cretona de flores. Tapizado por dentro y también la carrocería. El taxi ha desaparecido. El padre me pregunta si sé dónde anda su hijo y si yo sé si ha sido él quien le ha robado el taxi. Todas las mañanas, cuando me lo encuentro, me registra los bolsillos y me cachea para ver si encuentra algo que le dé una pista. De uno de mis bolsillos saca un trozo de papel de celofán. Dice ¡Ajajá! y se lo guarda. En ese momento aparece Kb conduciendo el taxi tapizado. Su padre corre tras él para darle una paliza, yo corro tras el padre para detenerlo. Cuando Kb sale del taxi ya no es un niño, mide el doble que su padre. Yo respiro tranquila.