martes, 16 noviembre 2010. He ido a ver a Sr. Chinarro. Hablamos sentados en el pasillo. Se queja de lo solo que está. Le digo que me pega que acabe con una mujer extranjera. Al final vas a ser adivina, dice. Dime si está lloviendo, dice. Le digo que sí. Corremos a la cocina y vemos que se ha puesto a llover. Me pongo muy triste de repente, quiero irme de allí, pero al parecer he ido de visita con toda mi familia y hacer que se despidan me cuesta un buen rato. Ha ido hasta mi abuela. Se la ve ligera y juvenil. Chinarro la mira entusiasmado. Tiene 99 años y yo voy a vivir lo mismo que ella, grito con los puños en alto.