martes, 21 diciembre 2010. Vivo con una familia que tiene cuatro hijas y cuatro hijos. Los hijos enseñan a jugar al hermano pequeño al ajedrez en un tablero rectangular. El pequeño siempre gana. Es una eminencia, dice uno. Sólo es suerte, dice otro. Yo los miro, y tomo apuntes sentada en la escalera.
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Abro la ventana del cuarto de baño y veo, a menos de un palmo, una nube negra y densa. Tan densa que parece musgo. Pienso que me gustaría meter la mano dentro. Siento tanto miedo como atracción.
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Abro la ventana del cuarto de baño y veo, a menos de un palmo, una nube negra y densa. Tan densa que parece musgo. Pienso que me gustaría meter la mano dentro. Siento tanto miedo como atracción.