domingo, 16 enero 2011. David González y yo vamos en coche por Ronda. Conduce él. Pensaba que no sabías conducir, le digo. No sé, dice y suelta el volante. Tengo que manejarlo yo desde el asiento del copiloto. El volante se hace cada vez más delgado entre mis manos. Aparco. Una familia nos cuenta que les han robado. En fiestas es normal, dice David. Miro a mi alrededor y, efectivamente, Ronda está en fiestas. Les digo que deberían denunciar. David se ríe. En Ronda no hay semáforos ni policía, dice.