gorro

sábado, 15 enero 2011. Intento entrar en un centro comercial, pero doy dos vueltas antes de conseguirlo. Están de rebajas, en los pasillos hay ropa tirada por el suelo, la gente pelea por las prendas. Al pasar entre unos percheros veo un gorro estampado de tela que sólo cuesta un euro. Pienso que otro día volveré a comprarlo. Cuando salgo a la calle está lloviendo. Pienso que tenía que haber comprado el gorro para no mojarme. Al pensarlo, un gorro de cuero negro muy gastado aparece en mi cabeza. El viento lo lanza a un charco, los coches pasan por encima. Un taxista se para justo delante para que yo pueda recuperarlo. Le doy las gracias. El taxista es una mujer. Baja la ventanilla, me quita el gorro y arranca. Un viejo que ve la escena desde la ventanilla de su autobús, me señala y se ríe.