jueves, 16 agosto 2012. Voy por la calle con mi sobrino Darío. Dice que debería comprarme unas botas de agua, que él ya las tiene. Son de Bob Esponja, dice. Veo un cilindro con botas de agua y zapatos. Me pruebo en un pie una bota amarillas semitransparente y en el otro unas sandalias de cuelo que llevan ruedas incorporadas. Begoña y Sr. Chinarro están sentados en unos sofás, leen revistas. Les enseño mis pies. Ni me miran. Me descalzo, pongo la cabeza en el suelo sobre un cojín y levanto las piernas. Me quedo haciendo el puntal un rato. Entra Enrique, un compañero de Económicas a quien no veo desde entonces. Enrique les pregunta a Begoña y Chinarro: ¿Lleva así mucho tiempo? Lleva cabeza abajo toda la tarde, responden.