martes, 14 agosto 2012. Subo en ascensor a la que se supone es mi casa. Al salir hay gente en el rellano. Dos chicos me preguntan si pueden entrar. Abro la muerta, no reconozco la casa ni los muebles. ¿Tienes el libro de Cernuda?, dice uno. Niego con la cabeza, no sé de qué me habla, me tumbo en el suelo dispuesta a dormir. Mi padre entra con un libro en la mano. Es "Blanca" y está dedicado. Pienso que Cernuda no escribió ningún libro que se titulara "Blanca" y mucho menos que se lo dedicara a mi padre. Los dos chicos se ponen muy contentos. Yo sólo intento dormir encogiéndome en el suelo.