domingo, 5 agosto 2012. Llego a la casa de mis padres. Mi madre cocina con cara de circunstancia. Mi padre está de mal humor, pero no dice nada. Detrás del cristal esmerilado veo a mi hermana tonteando con alguien. Pienso que ha vuelto con su marido. No puede ser, digo en alto. No le digas nada, dice mi madre. Mi hermana dice que es muy feliz. Todos intentamos decirlo todo con la mirada. La situación es muy incómoda. A mi excuñado le ha crecido el pelo. Vuelve a tener pelo de oveja, digo al fin, por romper el hielo.