tren

sábado, 2 septiembre 2017. Estoy en la primera planta de un edificio antiguo junto a las vías del tren. Todo está muy oscuro, en el andén sólo hay dos farolas que dan muy poca luz. Me asomo a la ventana varias veces. Al otro lado de la vía hay árboles. Distingo a duras penas la curva por donde debe entrar el tren. Se supone que Antonio debe cogerlo y estoy pendiente de verlo llegar a la estación. De repente está sentado delante de mí, al otro lado de la mesa. No hace falta que me esperes, dice, cuando quieras verme aquí estaré. Oigo llegar al tren, me asomo a la ventana y veo a Antonio entrar en uno de los vagones, lleva una maleta enorme. Lo acompaña una chica. El tren se va, vuelvo a mi mesa y ahí sigue Antonio. Al ver mi cara de sorpresa, dice: Te lo dije.