mudo

martes, 6 enero 2009. Alberto, Muñoz Quintana, Joan Masip y yo estamos en un McDonald’s. Las camareras han apagado la luz y están cerrando las persianas. Aún así, ellos tres siguen hablando como si nada. Recojo los vasos de la mesa y los llevo al mostrador. Pago y salgo. Joan dice que ha quedado con su amigo "el mudo". Su amigo aparece al momento con una maleta enorme y un colchón enrollado que arrastra con cuerdas. Me fijo en que Joan lleva la cabeza rapada, pero sobre la frente le cae un mechón de flequillo. Su amigo le pregunta si todavía le duele. Tiene una brecha enorme en la frente. La escondí para no preocuparte, me dice y se quita el flequillo de un tirón. El mudo cuenta riéndose, casi orgulloso, que se la hizo el portero de un bar de una patada. Joan se queda muy serio y muy triste, y pienso que nunca lo había visto tan sombrío y que el mudo parece él.