domingo, 13 septiembre 2009. Sr. Chinarro me hace señas y se acerca a saludarme. Coletas, te ibas sin despedirte, dice. Me toco el pelo y efectivamente llevo dos coletas. Un montón de fans se agolpan a su alrededor. Me hace un gesto con la mano, como diciendo Nos vemos luego. El concierto es en una sala muy pequeña. Él está sentado en un columpio muy rústico de madera y cuerdas, y pasa sobre las cabezas del público mientras canta. Me maravilla que pueda tocar la guitarra y agarrarse a las cuerdas a la vez. Cada vez que llega hasta donde yo estoy, le agarro de un calcetín y tiro un poco. Al cabo de un rato consigo quitárselo y me lo guardo de recuerdo.