tijeras y sueños

miércoles, 23 septiembre 2009. Antonio Blanco entra en un bar con muy mala cara, veo desde lejos cómo un tipo le pega dos puñetazos a cámara lenta en el estómago. Corro hacia él, para ayudarlo, también a cámara lenta. Cuando llego veo que no eran puñetazos sino que le han clavado una tijera. La gente huye, saltó sobre el tipo que le ha atacado, lo tumbo bocabajo y me doy cuenta de que no es un hombre sino una cajera del Mercadona disfrazada. La amenazo con cortarle el pelo. Mientras la tengo inmovilizada, pido ayuda porque Blanco se desangra, pero nadie me ayuda.
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Héctor Márquez ha publicado un libro con poemas de Andrés Gómez Miranda, poemas de una chica china y su hija, y mis sueños. Tenemos que presentar el libro en un cuarto de estar con mesa camilla. Andrés está muy contento, lee su poemas y las dos chinas ríen y aplauden. De repente mi hermana dice que quiere leer sus poemas. No tenía ni idea de que escribiese, le digo a Andrés. Cuando mi hermana termina su lectura, Héctor dice que es demasiado tarde y leeremos mis sueños otro día. Yo me alegro, porque en el libro no hay sueños sino fotos y no hubiese sabido qué leer.