lunes, 5 abril 2010. Voy encontrando por la calle monedas de países que no existen, medallas de vírgenes y pequeñas chapas con números. Como las aceras están mojadas, tengo que secarlas sobre el pantalón. Cuando tengo un buen puñado se las doy a Darío, mi sobrino, que las mira sin saber muy bien qué hacer con ellas.