regalo

lunes, 8 agosto 2011. Tengo que comprar urgentemente un regalo a mi madre, pero no encuentro nada para ella. En una zona sin luz del almacén hay estanterías de madera que llegan hasta el techo. En unos cajones veo kimonos, en otros getas. Se iluminan cuando alguien pasa por delante. Pienso que así ahorrarán energía. Hay una zona que cuando pasas suena música de xilófono. Salgo a la calle sin comprar nada. Me encuentro a David González, me alegro muchísimo de verlo a pesar de la prisa. Me pregunta por una canción sobre alguien que lleva una camiseta sucia. Dice que se pasa el día intentando recordarla. Le digo que hable con Alberto, que Alberto lo recuerda todo siempre. Dice que debe marcharse porque hoy le toca la cuerda, y me enseña una cuerda que lleva enrollada a la muñeca. Quiero preguntarle si la cuerda tiene que ver con los Indignados y si su labor es hacer nudos para contabilizar algo, pero tengo tanta prisa que me quedo con las ganas. Por la calle la gente camina en fila de a uno. Una chica coja con un cochecito de niño va la primera. Intento adelantar, pero me es imposible porque a un lado hay un río sin muro y al otro una carretera muy estrecha. Al fin llego a una zona de casas. No reconozco la ciudad, pero recuerdo una frase de Alberto: La estación está justo delante de la catedral. En la puerta de la catedral se compran los billetes de bus, temo perderlo. Corro a comprarlo, me hacen chistes, se ve que están de fiesta. ¿De qué color lo quieres?, hoy se puede elegir, me dice la chica de la taquilla. Le digo que sólo quiero llegar a tiempo a la cena de Navidad.