dioramas

viernes, 2 diciembre 2011. Varias personas construyen dioramas de tamaño gigante, cada uno el suyo. Uno de ellos corta piedras con sus propias manos, como lo haría un karateka. Me fijo en uno de ellos, ha puesto una ventana por donde cae lluvia artificial, un buen chaparrón. ¡Lluvia fuera-dentro de la casa, qué gran idea!, exclamo. Los demás lo miran e intentan imitarlo poniendo cascadas y chorros de agua a los suyos. Pienso que si estuviera dentro de un sueño podría intentar volar. En ese momento aparece Camilo, dice que lo intente, que él me sostendrá las piernas. Pongo las manos en el suelo y él me agarra de los pies, como si yo fuera una carretilla. Levanto los brazos e intento dar brazadas, como si nadara. Sólo consigo avanzar unos pasos.