backstage

sábado, 4 febrero 2012. Ordeno ropa y algunos trastos en lo que parece un backstage. Llega el escritor Chivite, le tiendo una toalla y se la echa al cuello. Hablamos mientras yo sigo doblando prendas. De vez en cuando entra una mujer que no dice nada, pero lo mira y da golpecitos a su reloj de pulsera. Apoyo la oreja sobre la mesa, como si quisiera oír algo. Es tarde, debo irme ya o perderé el tren, le digo. Chivite también apoya su oreja sobre la mesa. Tenemos que irnos, dice y me besa. Seguro que volvemos a vernos, le digo. No lo creo, dice él.