chino atado

domingo, 31 enero 2010. Alberto y Salvador están sentados frente a mí. Le voy pasando ropa a Alberto. Se la pone en el orden que se la doy a pesar de que primero le alcanzo unos pantalones y después unos calzoncillos. Miro a Salvador, está muy joven, no tiene barba. Observo que su nariz cambia de forma. Cuando se le pone muy pequeña parece un ruso, pienso. Oímos ruido en la calle. Un motocarro ha caído de lado junto a la acera. Al correr la lona para ver si hay heridos, vemos a cinco chinos, uno de ellos atado con una soga gruesa. Corro a un bar para que avisen a la policía, pero la gente que hay en el bar se esconde bajo las mesas.